Ya no tengo ganas de levantarme por las mañanas. Ya no quiero caminar más. Ya no encuentro felicidad en nadie. Me duele continuar cada día como un calvario sin fin. Perdí el camino hace ya mucho tiempo y camino por el borde de un peligroso precipicio. Saboreando el abismo enfrente de mis narices estoy a punto de arrojarme. Nada ni nadie me importa tanto como para no hacerlo. Sinceramente LLOREN. Lloren todo lo que puedan porque es lo único que les queda por hacer Cada uno aportó su granito para que pudiera llegar hasta acá. Y lo peor de todo es que nadie puedo cambiar las cosas. Nadie me demostró que se sentía apenado. Por eso estoy feliz de hacerlo, claro que si. En la tierra donde ya no hay dolor ni sufrimiento. Me alejo de todos y cada uno de ustedes.
Izzy Stradlin/Jeff Isabelle®