Les voy a contar algo que me paso ayer.
Resuelta que me iba para San Justo. Pero cuando subo al colectivo me encuentro con que esta lleno. Lleno de que se preguntaran. De universitarios señores. Con sus grandes mochilas llenas de ideas y muchos sueños por delante. En realidad la situación no se da acá. El tema de esta historia es cuando volvía. Resulta que los universitarios coparon otra vez el colectivo. Pero al escuchar sus conversaciones abrí los ojos y vi como eran las cosas. Estoy en segundo año del polimodal señores. Que hago acá yo? Si yo soy Franquito, al que todos abrazaban y retaban porque le pegaba al hermano. El que traía buenas notas del colegio, el más educado de todos. Pero no. Mírenme. Tengo 16 años. Tengo que elegir que rumbo va a tomar mi vida. Tengo que empezar a trabajar. Me tengo que independizar. Dios mío, yo no quiero eso. No quiero entrar a un mundo nuevo con gente nueva. Quiero mirar al mismo par de tarados que me alegran las mañanas. Quiero reírme a más no poder. Quiero escuchar que los profesores me reten por no dejar de hablar. Quiero quedarme acá. Quiero que el tiempo se quede acá y que no camine más. Quiero ser el pendejo que soy hoy. El que anda despeinado todo el día. El que se cree que es feo, un asco. El que cree que no vale un solo centavo. El que hace reír a los demás. El que esta para escuchar a las personas que quiere. QUIERO SER YO, ASI PARA SIEMPRE.