“No hay infinidad para la carne, no hay eterna juventud en la sangre, ni constelaciones en los huesos. El humano desecha la coraza corporal y asciende al exquisito universo de la incertidumbre, ¿el cielo?, ¿el infierno?, o simplemente otra alma desgastada en el basurero de la casa de algún ser superior.
La muerte es el terror absoluto, como sucios insectos temblamos ante la omnipresencia del fin, dejando de lado los humildes regalos que nos da esta vida. Desperdiciamos la felicidad, defecamos el amor y vomitamos la esperanza. Día a día nos revolcamos en el suelo pensando que es lo que será de nuestra alma, ¿realmente importa?, yo no estoy hecho de presagios ni especulaciones.
Nos preocupa tanto encontrar la felicidad en el "más allá" que nuestro presente se convierte en lo que más tememos...el infierno terrenal. La esperanza esta aquí, el amor es un premio que se consigue en este mundo, y no se necesita abrazar a la muerte para conseguir un poco.
Yo no quiero que la felicidad llegue cuando este muerto....LA QUIERO AHORA
Que piensas tu? Es solamente un réquiem...