Nadie se merece ser objeto de mis sórdidas y oscuras, pero a la vez bonitas canciones. Saben que dentro mío los odio a absolutamente todos? Todos me lastimaron, o tuvieron actitudes conmigo que nunca voy a olvidar. Todos son parte de mi juego. Mi magnifico juego de estrategia. Mi TEG emocional, mi ludo mental. Son todos fichas en mi enorme juego. Sin embargo, nadie es merecedor de mis tristes líricas, de los versos oscuros perdidos en estrofas plagadas de venganza. Venganza planificada desde el más mínimo detalle. Pero no nos vayamos por las ramas. Resulta que el juego que controlo yo no es ni más ni menos que el AMOR. Varias fichas para mover. Un dado que tira mi suerte. Y en el momento en el que creo que prácticamente una ficha había llegado a la meta, inesperadamente la ficha de atrás toma la delantera y esto desconcierta al jugador.
Recordemos. La ficha Marrón había tomado la delantera el principio del encuentro, pero de un momento a otro apareció la ficha Lila y le quito la posición de honor.
Cuando parecía que la ficha Lila había ganado el juego completamente, la ficha Marrón resurge y se pone a la delantera. Y el jugador, sin saber que hacer, se la juega por la ficha M, dejando atrás a la ficha L.
Será esta ficha acaso la merecedora de toda su creatividad? Su musa de ahora en mas? Aquella que lo inspire a cada momento y lo saque de escrituras tristes y negras? Para saber como va a terminar este hermoso, emocionante pero a la vez doloroso juego llamado amor, no se pierda el próximo capitulo de esta divertida historia.
Izzy Stradlin/Jeff Isabelle