A decir verdad, el nunca estaba solo. Físicamente por lo menos. Pero, como todos sabemos mi psiquis, especialmente la mía, es complicada. Muchos ya la han padecido, algunos para bien, en esos instantes que puedo otorgar felicidad placentera o cuando es todo un juego triste y doloroso. Es obvio que casi no hay persona que me puede llegar a entender, mi mente es un mar de pensamientos cruzados. Un minuto perfecto de alegría completa, y un fatídico segundo de ira, cólera, un ser que sale de adentro mío. Ese ser que todos llevamos ocultos adentro pero que afortunadamente no todos liberan. Por causas extrañas del destino alguien abrió la Caja de Pandora que había en mi, todo el mal, el odio, el rencor que había poseía y eureka, aquí me tienen. Desgraciadamente creo que no hay marcha atrás. Ya paso, la responsable esta pagando por su crimen, una larga, dura y dolorosa condena. La peor condena que podía caer en una persona. Esa persona ya no sabe lo que es el amor, esta atada a un castigo eterno por parte de un ser superior, pero bueno eso ya es otra historia.
Izzy Stradlin/Jeff Isabelle
